Tradúceme.

domingo, 28 de junio de 2015

Olía a él...

Olía a él. Su olor se le pegaba a la piel.
Sabía a él. Su sabor recorría todavía su garganta.
Podía verlo. Con los ojos del amor que sentía, sin cerrarlos, sin imaginar. Era tan real que si alargaba esa mano que aún conservaba su fragancia...¿lo tocaría?
Se llevaba las manos a la cara, a la boca, a la nariz. Aspiraba con fuerza aquel aroma y volvía a estremecerse de placer. Lo buscaba en ella. Buscaba su rastro, aquel olor, el de su piel, el de su amor. Buscaba el calor de sus caricias, la fuerza de su abrazo, el peso de su cuerpo. Sentirlo de nuevo dentro de ella. Con la lengua recorría el interior de su boca, saboreando los restos de sus besos. Evocando el sabor de su más íntima esencia, la que él había derramado para ella.
Sí...aún olía a él...